22/10/11

19-20: Del desierto al agua helada. Zion: so cold, so cool.

Nuestro último día en Vegas.  No podíamos irnos de aquí sin visitar los famosos outlets, y allá que nos fuimos. Casi, casi a tiro fijo, a la tienda de Levi’s tan famosa por aquí, por tener super precios. Y es cierto, había pantalones por 29,99 dólares!!, bueno yo me traje tres por poco más de 100$ y con un descuento adicional de un 15% de unos cupones que encontré por internet.

Después de una agotadora mañana de compras, comimos allí mismo y no pude resistir la tentación de tomar de postre un “fresisuí”, como los de los Simpson, jeje.
Por aquí se oye mucho eso de : “what happen in Vegas, stay in Vegas” osea que lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, de ahí lo de Sin City, o la ciudad de pecado.  Pues nosotros no nos íbamos a quedar sin hacer alguna de las nuestras. Le dimos a Douggy las órdenes pertinentes y allá nos fuimos. Adrenalina!!!


Nos llamó la atención el poder hacer algo bastante inusual para nosotros pero algo muy común entre esta gente. Alquilar un arma y munición e intentar hacer diana lo mejor posible.
George escogió para la ocasión una 9 milímetros, en concreto una Glock-19 (yo ni papa), y yo escogí la que me sonaba de una peli que me gusta mucho; “El sargento de hierro” y el arma en concreto un AK-47, a que os suena?, pues es un arma semiautomática  y que si os digo la verdad, mola mogollón el cogerla por el cargador, poner el ojo en la mirilla y …. darle al gatillo.
A todo esto tengo que decir que estoy en contra de las armas, que quede clarito, esto solo fue un pasatiempo.  Además fue todo muy profesional, un empleado te acompaña en todo momento y te lo explica todo.
De vuelta en el hotel, mientras escribo esto George acaba de bajar a jugar un torneo de póker, esperemos que no me llamen en breves pidiéndome cuentas. Y me dice que no me preocupe que va a ganar…..

Cosas curiosas: es curioso que cuando aquí ves el precio de algo en una tienda (sobre todo ropa), con la comida no siempre nos pasó, no hay que fiarse porque ese precio es sin incluir los impuestos o “tax” . Osea que si ves algo que vale 5,99 prepárate para pagar seis y pico.

Luego el tema de las tallas, los tamaños. Aquí los todoterrenos son el doble que los de allí, ayer coméntabamos lo de las caravanas que llevan a los coches detrás, y ahora ya nos acostumbramos a cuando vamos a un sitio de comída rápida, pedir siempre la bebida “small” osea pequeña, porque equivale a nuestro tamaño grande. Además, el primer día fuimos de pardillos y pedimos dos bebidas, ellos no te las sirven, te dan los vasos y te sirves tú mismo,…. Las veces que quieras!!, con lo que pidiendo un solo vaso, podemos beber los dos las veces que queramos. También en los restaurantes es normal que el agua no te la cobren, e incluso el café después de que te lo bebes, vienen y te ofrecen rellenarte la taza una y otra y otra vez.

Otra cosa curiosa de la que no hablamos todavía es el tema de las propinas. Me explico, aquí es obligatorio dar propinas. Qué por qué?, pues porque forman una gran parte del salario de empleados de hostelería, repostería, etc.
Cómo funciona?, pues debes darle propina a todo aquel que te proporcione un servicio. Por ejemplo cuando te sirven en un restaurante (en los de cómida rápida que te sirves tú, no hace falta), o cuando alguien te aparca el coche, te lleva las maletas,….
Cúanto se da?, pues ya está estipulado, suele varíar entre un 15 y un 20% dependiendo de lo contento que hayas quedado con el servicio.
Cúando se da?, pues es muy curioso. Nosotros el primer día desconfiamos un poco. Por ejemplo, en un restaurante, terminas de comer y te traen la cuenta, le das la tarjeta de crédito, te la pasan y cuando te la traen de vuelta a la mesa, viene acompañada de un papelito con el total de la factura y una línea para que tù le pongas a bolígrafo el importe de la propina (aquí se llaman tips) y la suma total.  Pero lo curioso es que la tarjeta ya te la quedas tú, entonces…?

Tendríais que vernos el primer día, con la calculadora del móvil haciendo cuentas. Ahora ya le tenemos cogido el truco. Calculamos siempre un 20% y solemos redondearlo.

Resumen curiosidades casinos:  Los casinos están super bien diseñados para hacer que la gente pase allí el mayor tiempo posible. Os cuento: no hay una sola ventana, aunque muchos casinos de los hoteles suelen dar a la calle, ni relojes, no vereis un cartel de salida, la gente puede fumar, pero curiosamente allí no huele a tabaco, la temperatura es fresquita, osea ideal para combatir el calor agobiante de Las Vegas, cuando te sientas en una mesa de juego, enseguida te ofrecen alguna bebida (gratis), por supuesto hay que dejar algo de propina a la chica (1 dólar), que por cierto las chicas de los casinos van muy ligeritas de ropa.

Ahhh, y terminando por hoy. Deciros que George ha ganado el torneo de póker!!, sí, sí, lo que estais leyendo, el tio va y le gana a 30 yanquis chapurreando inglés y vacilando a los cowboys. Y con las ganancias nos fuimos a jugar unas ruletas.

PD:  a todos los que nos habeis dicho números a los que jugar en la ruleta, que sepais que no tocó ninguno, jaja.
Fuentes del Bellagio, sin duda lo mejor de Las Vegas

Bailarina en el casino del Flamingo

 Jueves 20:  Nos despedimos de la ciudad de Las Vegas, y seguimos rumbo al este. Abandonamos el estado de Nevada y entramos en Utah, aquí tenemos que adelantar nuestros relojes una hora. A mediodía llegamos al parque nacional de Zion, y no podemos dejar de alucinar con los paisajes tan bellos que hay aquí. Lo inunda todo un color rojizo, el de las montañas, que contrasta a su vez con el verde intenso y realmente vivo, de los árboles de la zona.

Nada más llegar a la caseta del ranger, nuestra primera decepción; hay un cartel que pone que todos los campings están completos. Seguimos adelante y probamos suerte en el Centro de Visitantes, forzando un poco la situación conseguimos una parcelita para montar nuestra tienda, por 16 dólares. Qué calor!!, pero aquí por lo menos, en la rojiza arena, podemos clavar bien las piquetas y la tienda no se moverá tanto como en Death Valley.
Nuestra tienda en Zion National Park

Cogemos nuestro surtido de fruta, agua y frutos secos y nos vamos a hacer nuestra primera ruta. Un desafío que no estábamos seguros de poder realizar. La primera es un “paseo” a lo largo del río Virgin, precioso, con mucha sombra, pero cuando termina el camino, comienza lo bueno. Cuando toda la gente da vuelta y regresa, nosotros nos adentramos en el río para poder continuar el cañón hacia el norte. Las corrientes son fuertes, y el agua está congelada, además el lecho del río está formado por un montón de rocas muy resbaladizas, con lo que no recomiendan cruzarlo con cualquier calzado. Y nos metimos tal cual. Buena idea, porque las botas de treking, también hacen su función bajo el agua, pero que sepais que si os meteis hasta las rodillas, por muy buena que sea la bota, meterá agua…… jejeje.


Seguimos un buen tramo río arriba, hasta que la profundidad empezaba a ser considerable y nuestra congelación también, por lo que decidimos dejarlo ahí. Ya habíamos hecho más de lo que pensábamos hacer. Esta ruta por el río arriba, se llaman los “Narrows”, y es la ruta más famosa de este parque. De hecho, hacerla por completo, dicen que son unas 8 horas solo de ida. Impresionante.


No satisfechos del todo, nos fuimos a hacer dos rutas más, las llamadas “Emerald Pools”, unas buenas subidas entre las montañas, por caminitos de arena de color salmón y rocas, viendo cascadas y unos lagos o piscinas, que aunque con poca agua, estaban preciosos.


Aquí hay un montón de ciervos,  ardillas, y estas no se asustan de nada, pero lo que alucinamos en una hora es de la cantidad de zorros que hay, vimos varios y los enchufamos con la linterna, pero los tíos no se van. Ahora entiendo por qué tenemos en nuestra parcela una jaula de metal igual que la que había en Yosemite para los osos.
Y con esto, nos vamos a dormir, después de que hoy George se tomase para cenar algo suavecito:  un plato de búfalo y alce. Según él, estaba muy rico.