25/10/11

23-24: Grand Canyon; el gran gran gran cañón

Estoy ahora mismo escribiendo esto desde el coche, son las 8 de la tarde y ya hace un par de horas que no hay luz. Nuestro destino ahora mismo es el pueblo de Barstow, a medio camino entre el Gran Cañón y San Diego. Estamos cruzando el desierto de Mohave, la temperatura que marca el coche son 80 grados Farenheit, que creo anda sobre los 30 grados centígrados. Entre las millas, los galones, los dólares, los farenheit, no doy abasto con tanta conversión.

Ayer nos despertamos en el pueblo de Tuba City, a medio camino entre Monument Valley y Grand Canyon. Tuba City, es un pueblo de navajos, con hoteles de navajos, con horarios de navajos (allí era una hora más de lo que marcaba mi reloj) y con precios de navajos. No nos quedó más remedio que alojarnos en el único hotel de la ciudad, caro, pero con un muy buen desayuno (George lo pasó pipa con sus huevos fritos, puré de patatas y salchichas)

Once de la mañana, entramos por el lado este del Cañón, el llamado Desert View, sin duda la primera toma de contacto es impactante. Da la impresión de que estamos viendo una foto gigante, lo espectacular es cuando miramos hacia abajo, y vemos el río colorado, entonces nos damos cuenta de las dimensiones que tiene este gigante.


Después de hacer varias paradas por miradores, llegamos al camping (íbamos sin reserva pero con optimismo, como nos había pasado en Zion), por el módico precio de 18 $, plantamos nuestra tienda, después de que George invitara amablemente a salir de nuestra parcela a unos invitados muy especiales que campaban a sus anchas (de hecho, después de montar la tienda, vinieron a catarla directamente!!)

Cogemos el mapa del parque, mapa de rutas y nos disponemos a hacer una marcada como difícil y en el siguiente tramo como extrema, allá vamos ingenuos de nosotros. Ya sabíamos que el Gran Cañón era inabarcable, pero nosotros queríamos un trocito. Y allá que nos pusimos a bajar por la ruta llamada Bright Angel, y baja, y baja, en zig-zag por la ladera de la montaña, y aquello que no dejaba de bajar y yo a cada paso pensaba: “que luego hay que subir…”. Después de hora y media de bajada, decidimos que ya estaba bien, era imposible intentar llegar abajo del todo, porque el trayecto dura unas diez horas, y nos pareció el momento adecuado a nuestras fuerzas y a la idea que llevábamos del trail. Nos dimos vuelta y en dos horas, después de descansar bastantes veces, dado que hay tramos bastante empinados, llegamos arriba.

Esto es una vista desde arriba, de parte del trail que hicimos, es todo ese caminito que se ve zigzagueando por la ladera, y cada uno llega hasta donde puede.



Sin prisa pero sin pausa, decidimos seguir viendo cosas, pero en vez de andar tanto, coger el bus del parque (les llaman shuttle), son muy útiles, recorren los parques por los miradores, los inicios de las rutas a pie, para que no tengas que llevar tu coche y cada 10 mínutos más o menos, pasa uno.

Nos paramos en todos los miradores, y cansadísimos nos fuimos a dormir, bajo un cielo increíblemente estrellado y escuchando ya de lejos a los “amiguitos” de George.

Qué bien dormimos esa noche, el suelo era perfecto y el camping muy bonito.

Nos levantamos, recogimos la tienda, y nos fuimos directos al aeropuerto del Grand Canyon, en el pueblo de Tusayan. Teniamos muy claro que queríamos hace una excursión en helicóptero por el Grand Canyon. Fuimos sin reserva, otra vez, y otra vez nos acompañó la suerte. No solo había sitio, sino que, por no sé exactamente qué razón, nos subieron de categoría de helicóptero, y fuimos en uno mucho más grande y mejor de lo que habíamos contradado. Nos pesaron y después de juntarnos con 3 franceses, sorpresa!!, nos ponen delante con el piloto, jaaaaa!!!!!!! Y además, nuestra primera vez en helicóptero!!!, mola mucho mucho, aunque reconozco que en algún momento me agarré a la puerta, porque aquelló tembló un poquito.


Lo que pasó después, no se puede explicar, simplemente decir que no hay color por muchos miradores que se visiten, por muchas rutas a pie que se hagan, con verlo desde el aire. Allí la perspectiva cambia totalmente. Imperdonable estar allí y no hacer esta excursión. Fue caro pero no nos arrepentimos en absoluto. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordarlo y creo que hay algún vídeo en el que se me ve soltar la lagrimilla de emoción.



Llegamos por la autopista a Seligman y ahí nos desviamos para coger parte de la famosa ruta 66 hasta el pueblo de Kingman. Decir que estos pueblos (sobre todo Seligman), son muy curiosos porque es como volver a los años 50 en la ruta 66, pero en plan turístico cien por cien.


En Kingman paramos a comer en el famoso restaurante Mr. D’z (que casualidad), ambientado en los típicos restaurantes años 50.


Y justo al ladito nos hicimos unas fotos con la famosa locomotora Santa Fe (impresionante lo enorme del bicho).

Una de las cosas que más me gustó de la ruta 66 fue que nos cruzamos varias veces con el tren, bueno, no exactamente el concepto que tenemos del tren. Como ya dije varias veces, estos yanquis lo hacen todo a lo bestia, y el tren en cuestión se compone de unas 3 a 5 locomotoras y creo que más de 100 vagones (llegó un punto en que perdí la cuenta), cada uno de ellos portando unos contenedores como los de los barcos. Alucinante.

Comparación entre nuestro gran coche y el coche más común por aquí

21-22: Adiós Utah, hola Arizona

Qué frío hace a las siete de la mañana, todavía no calienta el sol y además el viento de esta noche y los zorros rondando por la tienda, hicieron que no durmiera mucho.
Salimos rumbo hacia otro parque nacional: Bryce Canyon. Este parque es un gran anfiteatro formado por la erosión de las rocas. Famoso por los Hoodoos, o chimeneas de hadas, que son una estructura geológica única, formada por la erosión del agua, del viento y del hielo.
La viveza de los colores que van del blanco al rojo intenso, es asombrosa. Ver para creer.





Sábado 22: Nos despertamos en otra ciudad y en otro estado, concretamente Page en Arizona. La idea inicial era dormir en el camping del Lago Powell, pero como ya llegamos muy de noche (aquí a las 6 y media de la tarde ya es noche cerrada), pues nos fuimos a buscar algún motel. Encontramos el Travelodge Page a un precio y calidad buenísimos, con piscina, desayuno incluído y wi-fi gratis.

Hoy las visitas se centran en territorio de los Indios Navajos. La primera de todas es Horseshoe Bend, o la famosa Herradura de Caballo, la foto no os dirá nada en sí, pero imaginaos allí arriba y mirad en la parte inferior el tamaño de los barcos que cruzan el río.

Antelope Canyon; después de montarnos en un super todoterreno de los indios, en el que íbamos 17 personas dando botes por la arena hasta llegar al cañón, que no es más que una gruta en la montaña, por la que nos metemos y recorremos a pie, sin dejar de alucinar con lo que estamos viendo. Las imágenes hablan por sí solas.







La siguiente visita del día es Monument Valley, lo primero que nos viene a la mente al ver este paisaje son las películas de John Ford, o John Wayne, o simplemente el anuncio de Malboro el del vaquero.

Estas "montañitas" que veis se llaman Mesas, cada una tiene un nombre y se elevan como si nada en medio del valle. Su tamaño es considerable, y lo más divertido fue, hacer el circuito con el coche, por los caminos impracticables (los indios no los arreglan, para que cojas las visitas guiadas en su todoterreno). El coche no paraba de botar, pero George anduvo rápido y le metió el 4x4, y ..... a tirar millas. 

También hay otra escena mítica, que es de la película Forrest Gump, donde Forrest deja de correr. Pues ahí que nos fuimos al puntito exacto.


Nota: En estos dos parques que son territorio de los Indios Navajos, hay que pagar aparte para entrar, no vale el pase anual de los parques nacionales. Los tíos se forran; en Antelope, 6 $ sólo por acceder a la taquilla (de coña) y 25$ más en la taquilla. Luego el Monument Valley fueron 5$ por cabeza, por dejarnos allí  media transmisión del Jeep (que por cierto iba sobrado, comparado con otros que por allí vimos, pero es que los caminitos se las traían....)

Mañana otra gran aventura nos espera..... el Grand Canyon !!!



22/10/11

19-20: Del desierto al agua helada. Zion: so cold, so cool.

Nuestro último día en Vegas.  No podíamos irnos de aquí sin visitar los famosos outlets, y allá que nos fuimos. Casi, casi a tiro fijo, a la tienda de Levi’s tan famosa por aquí, por tener super precios. Y es cierto, había pantalones por 29,99 dólares!!, bueno yo me traje tres por poco más de 100$ y con un descuento adicional de un 15% de unos cupones que encontré por internet.

Después de una agotadora mañana de compras, comimos allí mismo y no pude resistir la tentación de tomar de postre un “fresisuí”, como los de los Simpson, jeje.
Por aquí se oye mucho eso de : “what happen in Vegas, stay in Vegas” osea que lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, de ahí lo de Sin City, o la ciudad de pecado.  Pues nosotros no nos íbamos a quedar sin hacer alguna de las nuestras. Le dimos a Douggy las órdenes pertinentes y allá nos fuimos. Adrenalina!!!


Nos llamó la atención el poder hacer algo bastante inusual para nosotros pero algo muy común entre esta gente. Alquilar un arma y munición e intentar hacer diana lo mejor posible.
George escogió para la ocasión una 9 milímetros, en concreto una Glock-19 (yo ni papa), y yo escogí la que me sonaba de una peli que me gusta mucho; “El sargento de hierro” y el arma en concreto un AK-47, a que os suena?, pues es un arma semiautomática  y que si os digo la verdad, mola mogollón el cogerla por el cargador, poner el ojo en la mirilla y …. darle al gatillo.
A todo esto tengo que decir que estoy en contra de las armas, que quede clarito, esto solo fue un pasatiempo.  Además fue todo muy profesional, un empleado te acompaña en todo momento y te lo explica todo.
De vuelta en el hotel, mientras escribo esto George acaba de bajar a jugar un torneo de póker, esperemos que no me llamen en breves pidiéndome cuentas. Y me dice que no me preocupe que va a ganar…..

Cosas curiosas: es curioso que cuando aquí ves el precio de algo en una tienda (sobre todo ropa), con la comida no siempre nos pasó, no hay que fiarse porque ese precio es sin incluir los impuestos o “tax” . Osea que si ves algo que vale 5,99 prepárate para pagar seis y pico.

Luego el tema de las tallas, los tamaños. Aquí los todoterrenos son el doble que los de allí, ayer coméntabamos lo de las caravanas que llevan a los coches detrás, y ahora ya nos acostumbramos a cuando vamos a un sitio de comída rápida, pedir siempre la bebida “small” osea pequeña, porque equivale a nuestro tamaño grande. Además, el primer día fuimos de pardillos y pedimos dos bebidas, ellos no te las sirven, te dan los vasos y te sirves tú mismo,…. Las veces que quieras!!, con lo que pidiendo un solo vaso, podemos beber los dos las veces que queramos. También en los restaurantes es normal que el agua no te la cobren, e incluso el café después de que te lo bebes, vienen y te ofrecen rellenarte la taza una y otra y otra vez.

Otra cosa curiosa de la que no hablamos todavía es el tema de las propinas. Me explico, aquí es obligatorio dar propinas. Qué por qué?, pues porque forman una gran parte del salario de empleados de hostelería, repostería, etc.
Cómo funciona?, pues debes darle propina a todo aquel que te proporcione un servicio. Por ejemplo cuando te sirven en un restaurante (en los de cómida rápida que te sirves tú, no hace falta), o cuando alguien te aparca el coche, te lleva las maletas,….
Cúanto se da?, pues ya está estipulado, suele varíar entre un 15 y un 20% dependiendo de lo contento que hayas quedado con el servicio.
Cúando se da?, pues es muy curioso. Nosotros el primer día desconfiamos un poco. Por ejemplo, en un restaurante, terminas de comer y te traen la cuenta, le das la tarjeta de crédito, te la pasan y cuando te la traen de vuelta a la mesa, viene acompañada de un papelito con el total de la factura y una línea para que tù le pongas a bolígrafo el importe de la propina (aquí se llaman tips) y la suma total.  Pero lo curioso es que la tarjeta ya te la quedas tú, entonces…?

Tendríais que vernos el primer día, con la calculadora del móvil haciendo cuentas. Ahora ya le tenemos cogido el truco. Calculamos siempre un 20% y solemos redondearlo.

Resumen curiosidades casinos:  Los casinos están super bien diseñados para hacer que la gente pase allí el mayor tiempo posible. Os cuento: no hay una sola ventana, aunque muchos casinos de los hoteles suelen dar a la calle, ni relojes, no vereis un cartel de salida, la gente puede fumar, pero curiosamente allí no huele a tabaco, la temperatura es fresquita, osea ideal para combatir el calor agobiante de Las Vegas, cuando te sientas en una mesa de juego, enseguida te ofrecen alguna bebida (gratis), por supuesto hay que dejar algo de propina a la chica (1 dólar), que por cierto las chicas de los casinos van muy ligeritas de ropa.

Ahhh, y terminando por hoy. Deciros que George ha ganado el torneo de póker!!, sí, sí, lo que estais leyendo, el tio va y le gana a 30 yanquis chapurreando inglés y vacilando a los cowboys. Y con las ganancias nos fuimos a jugar unas ruletas.

PD:  a todos los que nos habeis dicho números a los que jugar en la ruleta, que sepais que no tocó ninguno, jaja.
Fuentes del Bellagio, sin duda lo mejor de Las Vegas

Bailarina en el casino del Flamingo

 Jueves 20:  Nos despedimos de la ciudad de Las Vegas, y seguimos rumbo al este. Abandonamos el estado de Nevada y entramos en Utah, aquí tenemos que adelantar nuestros relojes una hora. A mediodía llegamos al parque nacional de Zion, y no podemos dejar de alucinar con los paisajes tan bellos que hay aquí. Lo inunda todo un color rojizo, el de las montañas, que contrasta a su vez con el verde intenso y realmente vivo, de los árboles de la zona.

Nada más llegar a la caseta del ranger, nuestra primera decepción; hay un cartel que pone que todos los campings están completos. Seguimos adelante y probamos suerte en el Centro de Visitantes, forzando un poco la situación conseguimos una parcelita para montar nuestra tienda, por 16 dólares. Qué calor!!, pero aquí por lo menos, en la rojiza arena, podemos clavar bien las piquetas y la tienda no se moverá tanto como en Death Valley.
Nuestra tienda en Zion National Park

Cogemos nuestro surtido de fruta, agua y frutos secos y nos vamos a hacer nuestra primera ruta. Un desafío que no estábamos seguros de poder realizar. La primera es un “paseo” a lo largo del río Virgin, precioso, con mucha sombra, pero cuando termina el camino, comienza lo bueno. Cuando toda la gente da vuelta y regresa, nosotros nos adentramos en el río para poder continuar el cañón hacia el norte. Las corrientes son fuertes, y el agua está congelada, además el lecho del río está formado por un montón de rocas muy resbaladizas, con lo que no recomiendan cruzarlo con cualquier calzado. Y nos metimos tal cual. Buena idea, porque las botas de treking, también hacen su función bajo el agua, pero que sepais que si os meteis hasta las rodillas, por muy buena que sea la bota, meterá agua…… jejeje.


Seguimos un buen tramo río arriba, hasta que la profundidad empezaba a ser considerable y nuestra congelación también, por lo que decidimos dejarlo ahí. Ya habíamos hecho más de lo que pensábamos hacer. Esta ruta por el río arriba, se llaman los “Narrows”, y es la ruta más famosa de este parque. De hecho, hacerla por completo, dicen que son unas 8 horas solo de ida. Impresionante.


No satisfechos del todo, nos fuimos a hacer dos rutas más, las llamadas “Emerald Pools”, unas buenas subidas entre las montañas, por caminitos de arena de color salmón y rocas, viendo cascadas y unos lagos o piscinas, que aunque con poca agua, estaban preciosos.


Aquí hay un montón de ciervos,  ardillas, y estas no se asustan de nada, pero lo que alucinamos en una hora es de la cantidad de zorros que hay, vimos varios y los enchufamos con la linterna, pero los tíos no se van. Ahora entiendo por qué tenemos en nuestra parcela una jaula de metal igual que la que había en Yosemite para los osos.
Y con esto, nos vamos a dormir, después de que hoy George se tomase para cenar algo suavecito:  un plato de búfalo y alce. Según él, estaba muy rico.

20/10/11

Martes 18: Que vicio de ciudad, qué ciudad de vicio.

Interior del Paris

Una de las entradas del Paris

Casino del Venetian
Nos levantamos tarde porque había que recuperar, estamos bastante cansados y viendo lo que nos queda por delante cuando dejemos Las Vegas mejor sería hacer un día “tranquilo”.

Bueno, al final pateamos bastante como siempre. Dedicamos casi todo el día a visitar hoteles, si ayer fueron el Bellagio y Caesar´s Palace hoy tocó recorrer Venetian, Stratosphere, New York New York, MGM, Bally's y París. 
Interior Venetian

Interior Venetian

Stratosphere

Excalibur


Todo a lo bestia,enormes. Si tuviéramos que elegir uno nos quedaríamos con el Venetian y su estructura interna flipante, con enormes canales con sus góndolas en diferentes niveles del hotel. Allí comimos pasta en un restaurante muy chulo.

Ponemos fotos un poco de todo porque describirlos sería eterno.

En el New York fuimos a la famosa Roller Coaster (montaña rusa). Nosotros no lo grabamos aunque esa era la intención, pero como nos estábamnos cagando de miedo al final no tenemos video, aunque fue brutal, gritamos como locos, adrenalina a tope!! http://www.youtube.com/watch?v=yltlSuWqvzc
New York-New York, se ve la montaña rusa alrededor
Vista del Strip, la calle principal de Las Vegas

Al acabar nos fuimos enfrente a ver el MGM y a sus famosos leones (allí,en el medio del meollo, con las mil tragaperras haciendo ruido, pobres bichos) que dicen son descendientes directos del mítico de la Metro Goldwyn Mayer. Ya estaban durmiendo, no los vimos jejeje.

También entramos en la enorme tienda de los M&M’s aaay que ricos, me puse las botas y gratis. 
dispensadores de m&m. A lo bestia !!



Directos al hotel a coger el coche con todo el tráfico loco que había porque teníamos reserva en el mejor restaurante de Las Vegas , el Roy´s ( si si , somos así de chulos, un hawaiano increible)

De vuelta al Imperial Palace (nuestro hotel) nos subimos al bus y fuimos a la calle Freemont, donde empezó toda esta locura de Las Vegas. Alquien por aquí quiere volver hoy porque se perdió el espectáculo de Queen que se emite todos los días en el techo de la calle, en una cúpula enorme que cierra la misma, sobre una lámina de LG que debe medir como 200 metros, la de dios.
Calle Fremont
tipica imagen de Las Vegas clásica
Os acordais de la película "Regreso al Futuro"?, aquí teneis el famoso coche: el Delorean
Delorean

Mañana habrá que gastarse unas pelas en la Ruleta y el alguna mano de Poker ya que es la última noche. Veremos si ganamos algo (ni de coña jeje)